jueves, 31 de marzo de 2022

¿Menas con relación a la delincuencia?

Detrás del acrónimo se esconde la realidad de miles de chicos y chicas que se ven forzados a abandonar sus hogares, huyendo de situaciones de pobreza, conflictos armados y graves vulneraciones de los derechos humanos. A pesar de su temprana edad, recorren las mismas rutas migratorias que las personas adultas y se enfrentan a violaciones de sus derechos que pueden durar meses, años, o que se repetirá indefinitivamente.

A ello, este tema es utilizado por los medios de comunicación y relatos políticos agregando embustes y bulos relacionados con la delincuencia juvenil; ``Con ellos, aumenta la delincuencia´´.





Esto es absolutamente falso. Las estadísticas oficiales muestran que no existe una relación directa entre el aumento de niños y adolescentes migrantes y el índice de delincuencia.
El Centro Global de Análisis de Datos de Migración de la OIM indica que del año 2000 al 2015 la población migrante pasó a representar de un 4,1% a un 12,6%.

En base a los estudios del Ministerio del Interior, en ese periodo, la tasa de criminalidad por cada 1.000 habitantes se redujo de 45,9 a 43,7.
Las estadísticas oficiales sólo proporcionan datos de menores extranjeros, sin distinguir a los que vienen acompañados de los que no, resultando complicado realizar afirmaciones que vinculan menas y delincuencia.

La vinculación más clara que podemos observar es entre migrantes y dificultades de acceso a condiciones de vida dignas. Los últimos datos del INE de 2019 indican que el 82% de las personas extranjeras en España vive en riesgo de pobreza o exclusión social frente al 18% de la nacionalidad española; a lo que este gran riesgo de exclusión está presente, en particular, en los menas ya que cuando pasan a la vida adulta y salen del sistema de acogida y protección de menores, se enfrentan a un futuro sin redes de apoyo.


Realizado por Laura García Parra


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